martes, 12 de noviembre de 2013

Noticia aparecida hoy en el Diario de León


Hoy ha salido en el periódico El Diario de León la siguiente noticia:

 «León pierde 12 millones al año por no tener regulada la actividad micológica»

Transcribo a continuación el contenido de la misma.

La provincia de León cuenta con una gran diversidad de hábitats que hace que sus montes sean especialmente ricos en setas. Esta riqueza reporta a la provincia el 14% del potencial micológico regional, según datos aportados por www.micodata.es, un potencial que el año pasado supero las 19.000 toneladas en el conjunto de Castilla y León, lo que se traduce en importantes ingresos económicos para los municipios propietarios de los terrenos y para los habitantes de estas zonas rurales. Sin embargo, la falta de una regulación oficial en la provincia leonesa hace que el impacto económico de este recurso natural no repercuta en las zonas rurales productoras.

Según el director científico de la Fundación Cesefor, Fernando Martínez, la producción potencial de setas silvestres comestibles en León podría alcanzar un valor de casi 12 millones de euros al año.

La Junta de Castilla y León trabaja desde hace seis años en un ambicioso proyecto con el que regular la actividad micológica en León, una «complicada tarea», según el director general de Medio Natural, José Ángel Arranz, porque pretende controlar una de las tradiciones más arraigadas de la comunidad, la de ir a por setas.

Por este motivo, en el 2007 puso en marcha el MyasRC, un proyecto que nace con la intención de regular y comercializar los recursos micológicos de Castilla y León. Este modelo de control esta implantado actualmente en siete de las nueve provincias de la comunidad y afecta este año a unas 412.000 hectáreas, en las que para poder recolectar setas es necesaria la obtención de un permiso. Se trata de un sistema voluntario mediante el pago de una pequeña cantidad de dinero que en general se acepta favorablemente tanto por los recolectores locales como por los foráneos. León y Palencia son las dos únicas provincias que no cuentan con esta regulación implantada por la Junta, ya que al ser un proyecto voluntario, en el que los propietarios de los terrenos, a través de sus diputaciones, se adhieren por voluntad propia.

El sistema permite obtener información sobre la gestión adecuada del recurso para garantizar su persistencia futura y controlar el respeto de las buenas prácticas y condiciones de la recolección (cantidades, tamaños mínimos o capacidad de acogida). Además favorece al recolector local y abre la puerta al foráneo pensando en el desarrollo micoturístico del territorio, lo que mejora a su vez la trazabilidad, la ordenación y la comercialización del sector. Para acabar con este limbo legal que impera en muchas zonas micológicas de la comunidad que no han querido adherirse a este plan, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente trabaja en la redacción de un decreto ley, que verá la luz en los próximos meses, que pretende regular toda la comunidad para equiparla al ámbito europeo.

«Este decreto trata de garantizar la sostenibilidad de un recurso y de impulse una economía rural a través del sector micológico, que genere empleos y riqueza en estas zonas», concretó el director general de Medio Natural.

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